Recomendaciones de nuestros especialistas

Como dueños de perros y gatos, compartimos un profundo cariño por nuestras mascotas; las queremos muchísimo, pero, nos guste o no, los perros pueden oler mal. Sabemos que amas a tu perro, que eres responsable y que bañas a tu amigo de cuatro patas con regularidad. Le aplicas tratamientos contra pulgas y garrapatas y le compras una dieta sana y equilibrada. Y sabes que tu mascota no ha sido afectada por el aliento fétido de una mofeta adorable pero maloliente. Aun así, ¿tu perro sigue oliendo mal? Hay razones para ello. Además, disfrutan de actividades que implican olores desagradables. Se revuelcan en el barro, se sienten atraídos por los charcos más repugnantes, o incluso peores. Y, por lo general, odian bañarse. Estas son algunas de las causas más comunes de estos olores. Además de la cantidad excesiva de sebo que puede liberar su pelaje, los ácaros o simplemente un mal secado después del baño son las causas más frecuentes de los fuertes olores que emanan de la piel de tu mascota.

No se les debe culpar; es su naturaleza. Sin embargo, la mala higiene en los animales puede tener consecuencias dermatológicas que, con el tiempo, afectan su sentido del olfato y, por consiguiente, terminan perfumando la casa.